jueves, 1 de enero de 2009

THE CAESARS (LONDRES)



HOTEL THE CAESARS (****)
26-33 Queen's Gardens
London, W2 3BD
United Kingdom
Telf: +44.20.7262.0022

thecaesar@derbyhotels.com
www.derbyhotels.com

Habitación: 517
Fecha de entrada: 26/12/08
Tarifa: 106€/noche (Alojamiento y desayuno)

A una manzana de la animada Queensway pero en una calle ajardinada repleta de casas blancas victorianas, la cadena catalana Derby, aprovecha varias de ellas para abrir su primer hotel en Londres. Un pequeño jardincito delante del edificio blanco que destaca con luces sus elementos más victorianos abre paso a una estrecha puerta de entrada, todavía más angosta al haberse colocado sendos enormes maceteros con troncos de bambú a cada lado.

Tras la puerta automática de cristal accedemos a la recepción. Buen espacio, blanco y luminoso a raudales, y enfrente, el mostrador de recepción. Poca decoración. Unos sofás de piel negro con una mesa baja y algunos cuadros hechos a base de antiguos mosaicos romanos. En el mostrador el trato es lento, pero cordial, y en español. Nos solicitan el DNI y la tarjeta de crédito y aunque tardan un rato en fotocopiarlos al menos nos informan de las características fundamentales del establecimiento, de sus servicios y de su situación en el plano callejero y del metro.

Un joven español se hace cargo de las maletas y nos conduce tras pasar por un bussines corner, a los estrechos e inmaculadamente blancos pasillos del hotel. La habitación queda en el nivel de recepción, al final del pasillo enmoquetado en tonos marrones. Al final del mismo, el suelo parece que cruje demasiado, como si estuviera colocado sobre suelo inestable.

Tras la puerta destacan tres cosas: el formidable suelo nuevo de parquet marrón oscuro, el blanco inmaculado de las paredes contrastando con el ladrillo vivo en el cabecero de la cama y el frío polar que hace en la habitación. La calefacción no funciona, pero nuestro cicerone tarda cinco segundos en activar el enorme radiador y otros cinco en traernos un radiador eléctrico para que la estancia coja calor cuanto antes.

El espacio no es muy grande, pero el suficiente para que quepa una enorme cama de 2x2 con dos mesillas a cada lado iluminadas con potentes lámparas de noche. A los pies de la cama, colgando de la pared, un plasma de 27 pulgadas con variedad de canales incluyendo la TVE Internacional y un canal en catalán. En una de las mesillas una bandeja con una tetera y útiles para preparar café o té a cualquier hora. Junto a la ventana, con vistas a un terriblemente sucio y decrépito patio estrecho al que también dan las habitaciones más cercanas.

Junto a la ventana hay un amplio escritorio con una incómoda banqueta. Hay varios enchufes de red, tanto de tipo inglés como otros de tipo continental. Wifi en todo el hotel, pero de pago.

La cama se presenta ya abierta con lencería agradable y dos colchones unidos en los que se ha conseguido disimular bastante bien la junta de cremallera que los une. Sobre la agradable y limpia lencería, tan sólo una manta con textura de forro polar, y con poder calorífico similar. La oscuridad no se consigue porque por debajo de la puerta entra bastante luz, y las cortinas (un visillo blanco y una cortina de colores variados: azul, rojo, verde...) no consiguen amortiguar la luz del patio interior. La insonorización tampoco es excelente y se escuchan los pasos de los vecinos por el pasillo, las puertas, sus despertadores e incluso el suelo cruje en la habitación cuando alguien se acerca a la puerta.

En el pasillo de entrada hay un armario estrecho y sin puertas, con dos colgadores, una caja fuerte y una repisa para colocar la ropa, pero a la vista. En la puerta del baño se ha colocado un enorme espejo de cuerpo entero.

El baño también es nuevo, pero tan nuevo, como pequeño. Menos de tres metros cuadrados. Baldosa blanca en la pared, suelo de una mezcla sintética color verdoso. Un minilavabo en el que no cuela bien el agua, un inodoro y una pequeña bañera, quizá demasiado alta para que puedan acceder personas mayores. Presión, caudal y temperatura más que excelentes.

Las amenities se reducen a una cajita de polipropileno con cuatro tubos de gel, champú, crema corporal y colonia, y a una pastilla de jabón, colocados en una repisa que queda bajo el espejo principal. Toallas limpias y amplias pero escasas, aunque tampoco cabe mucho más en el baño.

Por la mañana, un caótico desayuno buffet invita a despertar aunque sólo sea para conseguir un vaso de zumo, o no llegar demasiado tarde a la reposición de la fuente de queso o jamón. Menos mal que al menos el servicio -casi todo en español- suple el caos de una sala excesivamente pequeña y de un buffet algo escaso, pero de excelente calidad.

Al salir por la mañana no preguntan por el minibar porque no hay, así que la despedida es algo más agradable. De lo mejorcito que se puede encontrar en Londres a ese precio, claro.

Calidad/precio: 8.5
Servicio: 8.5
Habitación: 7.5
Baño: 5.5
Estado de Conservación: 8.5
Valoración General: 8

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